Archivo de la categoría: Otros

(Prolegómenos)

—He oído que les van a dejar jugarse a la pajita más corta quién sube primero. O echar una moneda al aire. Pero Smith dice que por qué no lo hacen por orden alfabético. Supongo que porque la S va … Seguir leyendo

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(Un jodido milagro)

La luz se hacía más tenue, la carretera era recta, sin una casa ni un ser humano hasta donde alcanzaba la vista; nada salvo la tierra desnuda del invierno, tan sombría como una plancha de hierro. Ahora era el momento, … Seguir leyendo

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(La condena)

Al alba, la gente fue despertada por el repique de las campanas. Era la mañana del 8 de diciembre. Una mañana gris. No fría; pero gris. El repique comenzó con la campana mayor. La siguieron las demás. Algunos creyeron que … Seguir leyendo

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(Después del sermón)

No dijo más, sino que, lanzando lentamente una bendición, se cubrió la cara con las manos, y permaneció así arrodillado, hasta que todos se hubieron marchado y él quedó solo en aquel sitio. (Herman Melville)

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(Ortografía)

El jefe de la estación de Huelva, degradado a cargo semejante en «Uelva», se siente menoscabado y presenta la dimisión. O recurre a los sindicatos, quienes le aconsejan que… vuelva. (Gianni Rodari)

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(La fuga)

La llave gira suavemente en la cerradura. Aparte de mí, ¿cuántos saben que la llave del sótano abre la puerta de mi celda así como la alacena grande del dormitorio principal del cuartel, que la llave de las habitaciones que … Seguir leyendo

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(Un hombre muy viejo)

    Se alimentaba de minúsculos sueños sin importancia. Cuando le llegó la hora de la muerte creyó salvarse diciendo que tenía sueño. (Juan Carlos Onetti)    

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(Blanco)

Aquella noche, el ciego soñó que estaba ciego. (José Saramago)

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(Zoología)

El papa Bonifacio VIII llegó a su cargo, según dicen, como un zorro, portose en él como un león y murió como un perro. (Michel de Montaigne)

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(Todas las guerras)

Vio el revólver que le apuntaba a la cara. Después miró a los otros hombres. Sucios, vestidos con gastados pantalones, encapuchados sostenían ametralladoras. Uno de ellos escupía a cada rato cerca de sus piernas.  —¿Qué pasa? —levantó la cabeza—. ¿Adónde … Seguir leyendo

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